top of page

UN DRAMA LIGERO: CRÍTICA 18 REGALOS

  • Foto del escritor: Agustin Aguilar
    Agustin Aguilar
  • 16 may 2020
  • 3 Min. de lectura

En esta nueva nota de películas y series te traemos un drama adquirido por la N roja, que como indica el título es digerible, ligero, asimilable e inspirado en una historia real, la historia de vida del guionista del film Alessio Vicenzotto.

Producido por Lucky Red, 3 Marys Entertainment y Rai Cinema tuvo su estreno exclusivo en cines italianos en enero de 2020 y Netflix decidió hacerse con los derechos para su distribución a nivel mundial, por lo que se encuentra en la plataforma desde el 8 de mayo de 2020.

El director italiano Francesco Amato se basa en el sentimiento de pérdida y vacío de las relaciones paterno-filiales, sin excesos, con un buen guión, pero algo abrupto.

Amato, encarando a un público que supone adulto, muestra como una mujer atraviesa sus agridulces últimos días de vida. Elisa (Vittoria Puccini), es una mujer de cuarenta años que consigue hacer su sueño realidad y queda embarazada. Tras recibir la agradable noticia, todo se derrumba luego de al mismo tiempo conocer que padece un cáncer terminal. Agobiada por la noción de que no verá a su hija Anna crecer, se propone realizar 18 regalos que servirán de “parche” para llenar su ausencia. El director divide el sentimiento de tristeza de los protagonistas en dos partes. Por un lado la imposibilidad que tiene lo material para aplacar la ausencia de afecto, y por el otro la diferente mirada frente al porvenir, fruto de la brecha generacional.



Si bien el filme es un drama puro, donde apela a la emoción fácil del espectador, en un determinado momento se fusiona con el cine fantástico, al estilo de “Click: perdiendo el control”.

Agobiada por las ausencias mencionadas anteriormente, Anna, en su cumpleaños número 18, omite abrir el último regalo y escapa en una explosión de rebeldía y un marcado carácter auto destructivo. En ese periplo tiene un accidente que marca el cambio de género de la película, dándole unos aires muy filosóficos. No hay que tratar de entender que es lo que sucede, ya que apela directamente a la creatividad narrativa del director para contar lo que quiere contar. Uno puede pensar en viajes en el tiempo en un momento, pero apela a recursos mucho más simples, y hasta predecibles llegando a la mitad de las casi dos horas de duración.

La película engancha, por lo extraño de la propuesta, pero no se hace enteramente satisfactoria por los saltos bruscos que tiene el guión para definir que está sucediendo y a su vez por la falta de ritmo que tiene por momentos, lo que lo convierte en una montaña rusa y no en un viaje de ascenso. Más allá de estos detalles, vende, y es fácil de comprar, por otra vez, lo simple de la propuesta y las grandes actuaciones de su reparto, con enérgicas interpretaciones de Vittoria Puccini como Elisa y Benedetta Porcaroli como Anna. No recurren al sentimentalismo propio que la historia ya de por sí carga, entregándonos dos personajes con peso, fuerza y carácter.

Se apuesta por romper con la narrativa convencional y tiene una planificación brillante de algunas escenas. La metáfora en la que se ve a Anna en la piscina, cohesionando el momento con su estancia dentro del vientre de su madre es exquisita.




En conclusión es una película con sentimientos muy universales, que extrapolan el miedo a la “palabra maldita”, con reuniones de un grupo terapéutico que realzan el realismo y denotan la fuerza, el miedo, la fe y la valentía de las personas que luchan contra esta enfermedad.

En el mismo trayecto muestran la otra cara de la moneda, la de los familiares que deben atravesar el duro y tortuoso momento. Es en cierta forma un llamado al disfrute de los pequeños momentos donde existe la felicidad verdadera. Una reflexión para evitar la amargura que en muchas ocasiones nos inculcamos. Una oda a la vida.

Tiene muy buenas ideas que decaen por un pulso narrativo accidentado y le dan en consecuencia un final sin el clímax dramático esperado. Aun así por lo fácil de la propuesta y la gigantés de sus intérpretes, es muy recomendable para degustar en éstos días. Los de lágrimas fácil abstenerse...


 
 
 

コメント


¿Quienes somos?

gonzalo sandoval

Carolina Pinto

Andres Fedele

AGUSTÍN AGUILAR

Federico Ponce de Leon

enzo bruna

Contacto
 

Success! Message received.

bottom of page